Bajo las sombras del antiguo pemul, y el aire perfumado de pasiones doradas, y el silencio que bulle, de hallazgos callados, y la vida que murmura entre risas entrelazadas.
Ríos de colores hermosos se escapan bajo la alameda donde la luz descansa, y en los ríos invisibles que abrazan su calma, y el eco de la vida va siendo su danza.
Oh, dulce esencia de flores marchitas, y fragmentos de sueños que abrazan artículos, y el eco que despierta y acaricia nuestros cuerpos es la canción eterna que de amor se sostiene.
- Esteban Echeverría